miércoles, 29 de junio de 2016

LA BODA

Hannan y Fadel celebraron su boda un día de finales de enero de 2016. Los invitados empiezan  a llegar a partir de las once de la noche. En el hall del hotel, dónde tendrá lugar el evento, los hombres van a una sala y las mujeres a otra.
     En la sala de las mujeres hay dos escenarios, uno a  la izquierda y otro a la derecha. El de la izquierda es más grande y en la pared proyectan fotografias invernales que bien podrían ser de la ciudad de Burgos en enero. A él se accede por un pasillo elevado, como las pasarelas por donde desfilan los modelos de ropa. Y en cierta forma tiene el mismo cometido, el de plataforma de exhibición para las invitadas. Suben por ahí y se dirigen a la tarima moviendo caderas, brazos y manos, con un ritmo repetitivo, suave y pegadizo. Todas parecen conocer las canciones que interpreta una cantante de media edad que va vestida con un traje de fiesta azul, poco favorecedor para su abdomen. De vez en cuando la cantante para y se escucha al cantante de la sala de los hombres.
   Las mujeres más próximas a los novios y de mayor edad visten con tul, encajes, terciopelos y pedrerías. Las más jóvenes optan por vestidos más sencillos. También su maquillaje es menos intenso, descartan las cejas espesas pintadas como con una plantilla y excluyen las pestañas postizas. Dos chicas destacan  por su claro aspecto de lesbianas: una va vestida con pantalón estrecho, camisa y americana, la otra con un thobe de hombre oscuro. Ambas llevan el pelo corto y durante toda la fiesta se ocupan de que cada cosa esté en su sitio y en su momento.   
   La pasarela divide la sala en dos partes, en una están las invitadas del novio y en la otra, las invitadas de la novia. Sobre las mesas hay bandejas con pasteles, panes y por supuesto teteras y cafeteras. Estas últimas contienen el típico café verde saudí con comino, y las teteras, te verde, otra de las bebidas más comunes en Arabia. Todo está dispuesto sobre bandejas de espejo que hacen que la mesa parezca liviana cuando en realidad está repleta de platos, cestos, vasos, flores.
     Alrededor de las 3 de la madrugada, disminuye la luz de la sala, en señal de que los novios se disponen a entrar. En ese momento las postales invernales de la pared cambian a fotos de los novios, imágenes de su infancia, con la familia, de vacaiones. La madre de la novia que está de pie justo detrás de mi, llora. Familiares y amigas la abrazan, acarician su espalda, consuelan su emoción. Una puerta grande de metal se abre y entra el novio vestido con el típico traje saudí de gala, como el que vemos en la televisión que llevan el rey y  los príncipes cuando se reunen con algún mandatario de otros gobiernos. Unos segundos después, por otra puerta contigua y de igual descripción, entra la novia que viste un traje típico blanco. Se agarra al brazo de él y caminan despacio, ceremoniosamente hacia el altillo de la derecha.
      Ahí bailan, el novio la coge y le da vueltas en brazos. Agarran unos recipientes de cristal y vierten su contenido sobre la mano, es purpurina dorada, la soplan sobre el público y en su mano quedan los anillos que aguardaban entre la purpurina, se los ponen. Después cortan la tarta y se la dan a probar entre ellos, ella a él y él a ella.
     Termina el show en esa parte de la sala y los novios se trasladan hasta el otro extremo, hacia el otro escenario, el de la izquierda, donde continúa el espectáculo. Se sientan, se hacen más fotos. Muestran el aderezo que el novio regala a la novia y que traen en una especie de urna de cristal. El novio la abre y, parsimoniosamente le coloca a la novia cada pieza.
      Empieza a sonar de nuevo la música. Y entonces se produce un momento de la ceremonia peculiar. La madre de la novia baila delante de la pareja, y se le unen otros familiares, a modo de apoyo, como demostración de que están contentos con el matrimonio. Termina el baile de la madre de la novia y comienza el baile de la madre del novio.
    En algunas bodas, este momento puede llegar a ser un verdadero duelo. Por ejemplo, cuando la novia no es la primera mujer. En estos casos los bailes delante de los novios suelen presentar una ocasion irrepetible y perfecta para mostrar a quién apoyan los familiares: unos se decantarán por la primera esposa bailando con las hijas de aquella, por ejemplo, y otros lo hacen alrededor de la nueva esposa dejando claro que la aceptan, mandando el mensaje de que deben desaparecer los obstáculos, de que deben abrir los circulos familiares y de amigos e integrarla.
   Finalmente, en algunas bodas, como en la de Hannan y Fadel, entran a la sala de las invitadas el padre de la novia, los hermanos y cuñados, para fotografiarse con la parte femenina de la familia. En ese momento muchas mujeres se cubren con la abaya y tapan su pelo, algunas lo hacen desde que entra el novio. Estas visitas masculinas no son comunes, generalmente ningún hombre pasa a la sala donde están las mujeres excepto el novio.Y lo más habitual es que la novia no se deje ver en la sala de los hombres. 
    Tras unos minutos todos los hombres que han entrado a la sala de las mujeres se marchan por donde han venido. Algunas invitadas suben al escenario y cierran la ceremonia con una danza típica beduina: agarradas de las cinturas dan un paso adelante, otro hacia atrás, un paso adelante otro atrás. Tras esto es la hora de cenar. Salimos de la sala y vamos al comedor.  Cada una se sienta donde quiere y se sirven del bufé. Las camareras solo retiran platos y proporcionan bebidas. Tiene que ser así, sin sitios específicos, porque en las bodas saudíes no hay una lista cerrada de invitados. La lista es abierta y no se pide confirmación, no es correcto.
      La boda es la celebración del matrimonio para toda la familia y los amigos, la más multitudinaria. Antes, ya ha habido otros actos: la "Kitab"que es la firma del contrato matrimonial. En Arabia ese contrato lo firma el novio y el padre de la novia. Asisten solo los familiares más cercanos, los de primer grado. El acto está presidido por un "sheikh". Una palabra que en castellano se traduce por jeque pero, en árabe, es, además de lo que entendemos por jeque, un anciano, un viejo sabio. En general un sheikj es una persona respetada por su edad o por sus conocimientos sobre el Islam.
       Tras la Kitab viene la Milka, la fiesta tras el contrato de matrimonio. Es un evento parecido a la boda pero con menos gente y la novia no lleva el típico vestido de novia blanco. Ella viste con un vestido de fiesta de color.




JEDDAH, A UN LADO Y A OTRO