miércoles, 27 de julio de 2016

MATRIMONIO MISYAR. QUIEN HACE LA LEY, HACE LA TRAMPA.

       Asmae tiene 28 años y vive en Arabia Saudí desde hace 20. Su madre es marroquí y su padre saudí. Transgrediendo las normas familiares, y por supuesto sociales, puso un anuncio en una web para buscar un marido que quisiera casarse por el método misyar. "Mujer saudí de 28 años busca hombre joven, no más de 40, para matrimonio misyar", decía el anuncio.
      Asmae tiene un buen empleo. Estudió arquitectura en Londres y un doctorado en Virginia. Habla inglés, francés y árabe. No necesita un marido que la mantenga pero, si necesita amor y la compañía de una pareja y, ¿cómo se consigue eso en una sociedad como la saudí? De ninguna manera, es imposible. En Arabia Saudí puedes tener un marido pero nunca un novio como se entiende en la sociedad occidental, ni mucho menos un amante. Eso está severamente castigado por la ley y cruelmente juzgado por la sociedad, aunque parece ser que, está científicamente demostrado,  que las necesidades fisiológicas de los hombres y mujeres son las mismas independientemente de la religión en la que hayas sido educado.
    El matrimonio misyar es un contrato matrimonial en el que la mujer renuncia a todos o a parte de los derechos que el matrimonio tradicional islámico le ofrece: una dote, sustento económico, cohabitar con el marido....Asmae no quiere compartir casa con su marido, ni dinero, ni siquiera de momento, tener hijos. Ella piensa que, quizás, si la cosa sale bien, si resulta que encuentra lo que está buscando, podría llegar a plantearse el tener hijos, pero ahora mismo solo quiere compañía. Desde que las autoridades religiosas sauditas autorizaron estos matrimonios, en 2006, han aumentado considerablemente, y especialmente se han incrementado en la ciudad de Jeddah. Allí, las mujeres que lo solicitan son mujeres de negocios, maestras, médicos, enfermeras y viudas que tienen entre 30 y 40 años. Solo quieren compañía.
     En general los matrimonios misyar han aumentado en todos los países del Golfo. Hay hombres jóvenes, de unos 20 años de edad, que se casan con mujeres de 40 o 50 y que rompen el matrimonio cuando terminan sus estudios, por ejemplo. Entonces,  se casan con la mujer que la familia tiene elegida para ellos. También utilizan ese método matrimonial los hombres que no pueden permitirse economicamente tener una segunda mujer, y los que trabajan a menudo en el extranjero,  y hasta los que van de vacaciones a otros países durante unos días. Sí, hay matrimonios que duran los días que duran unas vacaciones.
     Como Asmae, cada vez son más los saudíes que encuentran en esa fórmula una forma legítima de tener sexo. Tienen tantas restricciones sexuales que no les queda más que echarle imaginación para superarlas, para rodearlas, para hacerse trampas. Aunque también hay un poquito de hipocresía en todo esto. Muchos estudiantes y trabajadores saudíes en países occidentales echan mano de estos contratos matrimoniales temporales para practicar sexo y sentir, o creer, que actúan correctamente ante su dios porque están casados aunque el contrato dure una semana. Ningún "buen musulmán" vería bien firmar un contrato solo para tener sexo, aunque si, ni la sociedad ni la religión deja otra vía.......
  Parece claro que las tecnologías en las comunicaciones sociales han contribuido a aumentar estos tipos de matrimonios, que por lo general terminan en divorcio y, también por lo general, se mantienen lo más, en secreto posible.





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