sábado, 8 de octubre de 2016

DANYA, LA MUJER DEL MUTAWA

Danya es una mujer mexicana que ha vivido en Estados Unidos y actualmente reside en Arabia Saudí. Empieza a contarme cómo ha llegado hasta Oriente Medio hablando de una amiga, Laura, porque “ella sí que tiene una vida como para escribir un libro”.


LAURA. HISTORIA DE UNA CHICA DE  ACAPULCO. 
   
        Laura nació en Acapulco, en el estado de Guerrero. Es una de las ciudades más turísticas de México y quizás una de las más conocidas popularmente en todo el mundo. La fama le viene de los años cincuenta porque, en aquella época, la visitaban con frecuencia las estrellas de Hollywood. Una de las atracciones típicas de la ciudad son los saltos de los clavadistas: jóvenes que se lanzan al mar desde un despeñadero llamado La Quebrada. Se tiran a las olas desde 45 metros de altura y caen en una poza que tiene unos 4 metros de profundidad. La clave está en saber cuál es el instante exacto para tirarse y pillar la ola en su momento más alto. Tienen que calcular el tiempo que dura su caída y el tiempo que tarda en llegar la ola. Aseguran que, si el error de cálculo supera los dos segundos, el desenlace puede ser trágico. ¡El espectáculo está servido! Claro que el recuerdo de Elvis Presley haciendo un clavado en la película "El Ídolo de Acapulco", le quita mucho hierro al asunto. Pero no nos engañemos, ese gran cantante y pésimo actor, ni pisó México para hacer la película. Todo era fotomontaje.
       Laura pasó su infancia, allí, en la ciudad de los clavadistas. Laura era una niña y su padre le repetía con frecuencia:” no eres hija mía, no eres hija mía”. Laura tenía una excusa perfecta para evitar que aquellas palabras le hicieran más daño del necesario, y es que el padre bebía, casi siempre, demasiado. Su madre le pedía que lo ignorase, “está loco, hija, ni caso”, le decía.   
     Laura se traslada a Tijuana, en Baja California, donde comenzó a estudiar arquitectura en el Instituto Tecnológico. Se pagaba los estudios trabajando de modelo para una cadena de televisión y en una inmobiliaria donde vendía terrenos y viviendas. Un día, alguien llama a su puerta. Esa persona lleva la foto de un señor en la mano y le pregunta si sabe quién es. Laura lo reconoce, es uno de sus mejores clientes en la inmobiliaria, le había comprado varios terrenos. Le informan de que este hombre está enfermo y quiere que Laura lo vaya a visitar. Laura, algo extrañada y expectante, atiende la solicitud y va al hospital donde está ingresado. Y el señor, que era español, le dice: 
  -Eres mi nieta. Te vi en televisión y vi la cara de mi hijo. He investigado y definitivamente eres mi nieta. 
   El hijo de este hombre, que murió de sobredosis, había estado en Acapulco, dejó embarazada a una joven que también tenía problemas con las drogas y pocos medios para cuidar a un bebé. La joven dio a luz a Laura y se la entregó a una prima que la cuidó como a su propia hija. Así supo Laura quien era en realidad. 
   Hasta hoy, Laura no se ha atrevido a decirle a su madre que sabe, que realmente, es su tía. Y que, no obstante, la quiere como a una madre. Tampoco le ha dicho que conoció a su verdadero abuelo y que cuidaba de ella, que le mandaba dinero para sus estudios, que le regaló un Mercedes, etc.

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