jueves, 18 de agosto de 2016

MARÍA DE LA O_15

   El hermano, el único hermano del suegro de O,  vivía en la ciudad saudí de Jeddah desde hacía algunos años. Dejó Jerusalén durante la guerra árabe israelí de 1948; la guerra que los judíos llaman “de la independencia” y los árabes palestinos consideran como el comienzo de la Nakba, o catástrofe, palabra con la que designan el éxodo palestino de entonces. En estos casos las cifras siempre son poco fiables pero por hacernos una idea, nos fijaremos en los números de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, contó 711.000, cifra que solo corresponde a las tarjetas de racionamiento que dieron por cuestiones humanitarias. Lo que se puede decir con mayor exactitud, es que desde entonces, los términos refugiado y desplazado van unidos con árabe palestino. 
   El hermano del suegro de O, fue uno de esos árabes palestinos desplazado, obligado a buscarse la vida en otro país. Se instaló en Jeddah y prosperó en sus negocios. Tanto,  que pidió ayuda al marido de O para manejarlos. Ella no las tenía todas consigo, no estaba completamente segura de la bondad del cambio de país, pero, finalmente pensó que era un paso adelante, un movimiento que, al menos, le proporcionaría lo que había venido deseando todos esos años: una casa propia. Y a Jeddah que se marcha junto a su familia, su marido y su hija. Todo lo demás, desde ahora, queda atrás. 
  

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JEDDAH, A UN LADO Y A OTRO