jueves, 18 de agosto de 2016

SARA_4

    Meca es una provincia situada en el suroeste de la península de Arábia. La principal ciudad es Jeddah, pero las más conocidas son Meca y Medina. Meca es la ciudad natal del profeta Mahoma y la más importante de las ciudades santas del Islam. Y allí está la Kaaba, una construcción en forma de cubo,  la “casa de dios". Los musulmanes de todo el mundo orientan sus rezos hacia ella. Y la peregrinación hasta este lugar, al menos una vez en la vida durante el mes musulmán de du I-hiyya, llamada Hajj, es uno de los cinco pilares del Islam. El Corán dice que la Kaaba fue construida por Abraham y su hijo Ismael. El material empleado son piedras azuladas y grisáceas de las montañas que rodean la ciudad, y en la esquina oriental guarda una reliquia: la Piedra Negra,  de origen meteórico y considerada por los musulmanes como una piedra del Paraíso.  Tiene unos 30 cm de diámetro y está situada a metro y medio del suelo. Y solo un dato más, para darnos idea de la ciudad de la que estamos hablando: cada año, Meca recibe unos 13 millones de peregrinos sumando los peregrinos del Hajj y los de otra peregrinación menor llamada Umrah.
     A esta ciudad es adonde fue a parar Sara. Si la diferencia cultural es grande con Emiratos, con Arabia y, especialmente con Meca, es brutal. Emiratos fue un entrenamiento. Una universidad de Meca la contrató para dar clases de inglés, solo a mujeres. “ Ha sido una experiencia intensa. Cuando llegué aquí quería morirme.  La primera noche la pasé en un hotel que nos proporcionó la universidad,  horroroso. Llegué a clase con la cara llena de picotazos de bichos y con un moratón que me salió porque me di un golpe con la puerta, no había luz suficiente. Esta no es mi cara,  les dije a mis alumnas. Y por si fuera poco nuestro alojamiento no estaba en Meca, no, estaba a ochenta kilómetros, en Jeddah".
    Sara tenía que ir y venir todos los días a Meca desde Jeddah para cumplir con su trabajo. La trayectoria la hacía en autobús, un transporte en el que viajaban otras profesoras como ella. Dice Sara que con muchas nunca se relacionó: "había malos rollos, muchas envidias, mucho hablar y hablar de las demás. Eran de diferentes nacionalidades, europeas, americanas, sudafricanas, unas estaban casadas, otras divorciadas, solteras.... Un día me llevé un disgusto muy grande porque me dijeron que decían que yo salía con hombres a tomar café. A los pocos días,  en un barco con unos amigos, uno se rompe un brazo y al hospital. Y allí, me encuentro a mi compañera, y yo rodeada de hombres. ¿ Y después de esto que dirán ?".

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JEDDAH, A UN LADO Y A OTRO